Miraba al móvil, deseaba que la llamara, aunque estuviera terriblemente borracho. Deseaba que le dijera un "te quiero" (ya se sabe que locos, niños y borrachos decían la verdad), daba igual si luego no era cierto. Era lo que quería escuchar. Lo que necesitaba escuchar.
Miraba una y otra vez al movil, siete fases del dolor, negación, ira... Hasta llegar a la temida y jodida aceptación. Su corazón estaba roto, él no la quería, y aunque eso la jodiera, ella quería que fuera feliz, y, en cierta forma se había alegrado de llegar a esa fase, se había aliviado en su interior.
Luego ella se preguntaba, ¿A dónde van los besos imaginados que nunca se hicieron realidad?
Miraba una y otra vez al movil, siete fases del dolor, negación, ira... Hasta llegar a la temida y jodida aceptación. Su corazón estaba roto, él no la quería, y aunque eso la jodiera, ella quería que fuera feliz, y, en cierta forma se había alegrado de llegar a esa fase, se había aliviado en su interior.
Luego ella se preguntaba, ¿A dónde van los besos imaginados que nunca se hicieron realidad?
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